“la reunión con el presidente (Felipe Calderón) está pendiente, estamos esperando un buen mensaje de su parte. Hasta ahora ha mandado puros mensajes que pensamos que entonces para qué nos sentamos a dialogar si la posición va a ser la sordera”.
“Pido al Presidente que nos mande un buen mensaje, en el que de veras diga que está oyendo a la sociedad y no respondiendo con alardes de violencia y de prepotencia frente a los ciudadanos”.
“Hay muchos símbolos para hacerlo, pero hasta ahora han sido mensajes bastante torpes, bastante desagradables que no ayudan mucho para generar los consensos y el diálogo”.
Subrayó (que) ... ya hay que quitarse esa cultura presidencialista, ya no son los tiempos de Gustavo Díaz Ordaz, ahora se supone que hay una democracia en la que todos los poderes del Estado y los tres niveles de gobierno tienen responsabilidades en esta coyuntura.
Durante una parada en el camino rumbo a San Luis Potosí, cerca de Salamanca, Guanajuato, Sicilia abordó también el caso de la guardería ABC, caso emblemático de la injusticia y corrupción de las instituciones en la que queda claro que la respuesta del Estado mexicano ha sido proteger a sus funcionarios y no garantizar la justicia a los padres de los afectados.
Y en una maestra apreciación de un sentido de justicia moderno, el poeta Sicilia se refiere a no generar una justicia como aparato de la venganza sino más bien buscar la readaptación a la sociedad.
No se trata ya de una venganza social frente a aquellos sucesos, sino de cesar estos
“mensajes delincuenciales”que representan mantener en sus cargos sin sanción a los responsables. “Debería –dijo el poeta–, al menos en un sentido de justicia, retirárseles del cargo porque no son dignos de estar ya en las instituciones y que ellos pudieran retribuir, ya no con la cárcel, sino con servicio social el daño que han hecho a la sociedad”.
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