jueves, 30 de enero de 2014

CARTA DE CÁRDENAS, MUÑOZ LEDO E IFIGENIA AL LÍDER DE MORENA POR LA MARCHA EN DEFENSA DEL PETRÓLEO

C. LIC. ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR,
PRESIDENTE DEL CONSEJO NACIONAL DE MORENA,
PRESENTE.

Nuestro país enfrenta un momento crítico. El momento es histórico. De manera alevosa e ilegal, la mayoría PRIPANista en el Congreso Federal y en los Congresos estatales han aprobado la reforma energética que implica el más grave retroceso en términos de la soberanía y del desarrollo futuro del país.

En los últimos días de diciembre de 2013 las dirigencias nacionales del PT, PRD y MC, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y la maestra Ifigenia Martínez lograron coincidir por primera vez en mucho tiempo, y acordaron seguir avanzando hasta lograr la unidad de todas las izquierdas.

Se requiere de una voluntad y un espíritu de unidad con todos los mexicanos dispuestos a defender las conquistas del pueblo y los recursos que son de la nación. Vamos a unirnos. Vamos a sumarnos más allá de nuestras diferencias, guiándonos con lo que decía Vicente Guerrero: 'La Patria es primero'.

La oportunidad de reencontrarnos es la Marcha a que están convocando sindicatos, organizaciones sociales y ciudadanos para el próximo viernes 31 de enero a las 16 PM, misma que partirá del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo de la Ciudad de México.

Sinceramente, esperamos contar con su presencia.

El llamado de la historia nos obliga. Es indispensable y necesario darle al pueblo un mensaje de unidad. De nuestra decisión depende el futuro de México. Vamos, juntos, a defender nuestra Constitución y nuestro petróleo.

Solidariamente,

Ifigenia Martínez Hernández
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
Porfirio Muñoz Ledo

lunes, 20 de enero de 2014

EL PARTIDO DE IZQUIERDA QUE TOD@S QUEREMOS, Marcelo Ebrard

El Partido de Izquierda que Tod@s Queremos


Marcelo Ebrard Casaubon



El Partido de la Revolución Democrática tuvo su origen como una respuesta al fraude electoral cometido a la sociedad mexicana en 1988. En ese momento miles de mexican@s se comprometieron a trabajar en el país para que hubiera elecciones limpias, transparentes, abiertas, legítimas, legales y equitativas.

Desde entonces, con el esfuerzo, lucha y compromiso de much@s ciudadan@s, del PRD y también de otros partidos de oposición, hay que decirlo, la democracia y sus instituciones han avanzado en nuestro país. Varias reformas políticas se han hecho, y la alternancia en el gobierno federal y en muchos estados de la república llegó por fin, a pesar de la resistencia de los regímenes del PRI.

Sin embargo, la alternancia aún no existe en algunas entidades federativas y múltiples municipios, la separación real de poderes es todavía imperfecta, los poderes fácticos se fortalecieron y la democracia en México aún se encuentra inacabada. Lo sucedido en las elecciones de 2006 dejó de manifiesto la corrupción, la inequidad, la polarización política, la ausencia de legalidad y el debilitamiento de la legitimidad del poder público y sus instituciones. Como en 1988, no hubo claridad en los resultados electorales.

Las elecciones de 2012 nos dejaron como lección que hay que democratizar los medios de comunicación, controlar el uso del dinero en la política y relanzar la democracia. Ante las dudas fundadas respecto a la inequidad de la elección y a violaciones graves a la ley, debemos rehacer la constitucionalidad del proceso electoral. Nuestro país ya no puede soportar una conclusión de su proceso electoral que no dignifique el poder público y frene la impunidad. No se pueden repetir las experiencias de 2006 y 2012, donde se sostuvo que hubo violaciones a la Constitución y a la ley, peros estas no tuvieron ninguna consecuencia.

La solución de la situación lamentable de la política que el país tiene, requiere frenar la impunidad y reequilibrar las instituciones con un nuevo diseño de régimen político, acercar a las instituciones y a los partidos políticos a la sociedad, para fortalecer el control social de las instituciones por medio de un verdadero estado de derecho y una efectiva rendición de cuentas. Requiere también, de una participación ciudadana más activa.

Un paso decisivo consiste en abrir los medios y controlar el dinero ilícito que entra al proceso político. Pero también, hay que reconocerlo y decirlo con todas sus letras, otra zancada fundamental es la de actualizar, modernizar y ciudadanizar a los partidos políticos en México. Y la izquierda no está exenta de este asunto.

A través de un llamamiento al pueblo de México firmado por cientos de personas, el PRD surge, hace casi 25 años, como una expresión política de la pluralidad, del cambio social y cultural, como el partido de la democracia, de la constitucionalidad, de la dignidad del pueblo y del progreso. Nace para reorganizar la vida nacional en la política, en la economía, en la cultura y en la soberanía de México. Al mismo tiempo, propone desde el principio ganar elecciones y formar gobiernos, para con ello abrir todas las posibilidades para que la sociedad pueda salir de las recurrentes crisis. Buscó acabar con el régimen caduco del partido de estado, del corporativismo, de la injusticia, y dar vigencia plena a la constitución y la legalidad de nuestros gobernantes.

Nuestro partido asumió la responsabilidad ante la nación y ante la historia, de promover la democratización de la sociedad y sus instituciones, de defender también, y hacer respetar el voto ciudadano. La igualdad, la libertad y la solidaridad son los valores rectores que propuso el PRD en su nacimiento, para la vida ciudadana. El federalismo y el municipalismo, han sido también principios desde su origen.

Al mismo tiempo, nuestro partido comienza su camino como un espacio para la organización de ciudadan@s individuales y de grupos que defienden ideas, para coincidir en objetivos comunes. Se buscaba en su origen, que este espacio fuera un instrumento de la sociedad, y no de sus miembros o dirigentes. Por ello, se proponía dar en su vida interna, en la transparencia de sus recursos, en la autonomía de sus componentes estatales, en la libertad de tendencias, en la unidad y el respeto de las decisiones colectivas, y en la conducta personal de cada uno de sus miembros, la imagen tangible de todo aquello que proponía para México y la sociedad.

Sin embargo, aunque el PRD es el instrumento más importante que ha construido la izquierda para la transformación del país, y si bien con importantes logros que han servido para que el país avance y que son fuente de certidumbre de nuestra capacidad para gobernar, hoy, la visión que se tuvo en 1988 aún no se ha acreditado.

La convocatoria original, para lograr un espacio de diálogo y acuerdos con la diversidad de pensamiento y entre expresiones de ideas, se pervirtió y devino en corrientes y grupos políticos de interés, que no representan causas ciudadanas genuinas.

El partido que nació para que en el país hubiera elecciones abiertas, universales, limpias, transparentes, legitimas y legales, dos décadas después, no ha podido tener una sola elección interna con esas características. El PRD que surgió para combatir las malas prácticas de un sistema electoral inacabado, hoy las tiene en su vida cotidiana. Se ha perdido ética y autoridad moral.

Hoy en el PRD es difícil poder afiliarse de manera libre, porque el sistema de afiliación responde a métodos de hace dos siglos y está controlado por los grupos políticos de interés interno. En lugar de motivar la incorporación de nuevos simpatizantes, se aleja a l@s ciudadan@s.

Es imposible conocer de manera transparente y detallada en que y para que se gasta el dinero que ingresa a nuestra organización, a nivel nacional y en los estados. Lo mismo sucede con el padrón de afiliados. No conocemos de manera pública y organizada, cuántos y quienes formamos al PRD por estado, municipio y distrito.

La estructura orgánica interna del PRD es burocrática y compleja, y no permite el procesamiento fácil y simple de las decisiones. Las reglas y procedimientos para escoger cargos y candidaturas están alejados de los principios democráticos elementales, y por tanto nuestro partido y sus candidatos cada vez representan menos a las causas de l@s ciudadan@s. Nuestro partido es vertical y está cerrado, y la efectiva participación ciudadana es menor.

Hay que manifestar también, que no en todos los estados y regiones, el PRD se ha asegurado de la existencia de gobiernos de excelencia y más aún, no queda claro para l@s mexican@s cuál es la agenda de valores, postulados y proyectos de la izquierda, tanto para ser gobierno como oposición.Con el Pacto por México, se ha subsumido al PRD, que ha carecido en los últimos meses de identidad propia y ha renunciado a ser un contrapeso real, inteligente y de ideas frente al régimen.

Por eso, urge una transformación profunda, para que el partido recupere sus causas y su utilidad social, para que salga al encuentro de la sociedad y para que acompañe los reclamos de diversos sectores.

Por todo ello, convocamos y hacemos un nuevo llamado para transformar, actualizar y modernizar al Partido de la Revolución Democrática. Para recuperar el sentido original de su creación, planteamos las siguientes iniciativas:

Propongamos un partido que impulse postulados progresistas e ideas avanzadas centradas en abatir la desigualdad, en la lucha por las libertades individuales, en especial aquellas que propugnan sobre todo por el estado de bienestar, el desarrollo cultural y la defensa de los derechos civiles. Hagamos un PRD progresista y que represente nuestras convicciones.


Busquemos la cohesión interna del partido y la unificación de la izquierda para formar un contrapeso real al régimen. Hagamos un PRD unido y con futuro estratégico.


Escojamos a nuestros dirigentes, representantes y candidatos bajo elecciones democráticas, universales, abiertas, legales y transparentes. No solo con la participación de l@s afiliad@s, sino de todos l@s ciudadan@s. Se propone que la organización de los procesos electorales internos lo realice el IFE. Hagamos un PRD con democracia total.

Dejemos cualquier ambigüedad respecto a la ley y despejemos cualquier duda de que nuestro partido esta listo y que es capaz de tomar el timón de México. Hagamos un PRD como el principal partido de oposición y con propuesta de gobierno eficaz.

Modernicemos nuestro funcionamiento, al reordenar y simplificar la estructura orgánica del partido, sus procedimientos y sus reglas y fórmulas para tomar decisiones. Hagamos un PRD horizontal y en red.

Abramos al partido, fortaleciendo los mecanismos de participación abierta. Provoquemos que un amplio espectro de la sociedad participe en un gran movimiento progresista para México y restituyamos la vinculación con los movimientos sociales. Nuestro propósito es que tod@s aquell@s ciudadan@s que votan por el PRD, puedan también tomar decisiones al interior del partido. Hagamos un PRD incluyente y abierto.

Ampliemos los mecanismos de interacción entre el partido, nuestros militantes y simpatizantes usando intensivamente las tecnologías de información y comunicaciones. Hagamos un PRD digital.

Transitemos de un partido de corrientes políticas de interés, a un partido enfocado en la defensa de temas del siglo XXI y expresiones de opinión. Hagamos un PRD que defienda causas y observatorios ciudadanos.

Facilitemos todas las condiciones para la afiliación rápida y permanente al partido. Usemos lnternet y las nuevas tecnologías, habilitemos a todas las oficinas y sedes del PRD como centros de afiliación y tengamos mesas de afiliación en los eventos de nuestra organización. Hagamos un PRD con afiliación eficaz.

Construyamos un padrón de afiliad@s abierto, público, en línea, que dinámicamente y de manera transparente vea la ciudadanía como se va actualizando por distrito, municipio y entidad federativa. Hagamos un PRD con padrón de afiliados confiable.

Publiquemos el registro de ingresos y gastos de recursos del partido, así como de todas sus actividades y decisiones. Hagamos un PRD con transparencia total.

Provoquemos que auténticos liderazgos de la izquierda, relegados en el pasado, recuperen la confianza y se reincorporen a la causa, y que nuevos liderazgos jóvenes surjan. Hagamos un PRD con formación de cuadros democráticos.

Vinculemos al partido con organizaciones y gobiernos nacionales e internacionales para compartir, apoyar y aprender buenas prácticas progresistas. Hagamos un PRD con presencia y protagonismo internacional.

Hoy el PRD está en un momento adecuado para actualizarse, modernizarse y fortalecerse. Es un partido joven que puede impulsar la construcción de un nuevo pensamiento e ideas avanzadas para que la izquierda en México este a la altura de los tiempos.

Es el momento para dialogar, decidir y resolver nuestros pendientes. Hagamos un partido competitivo y capaz de dirigir y gobernar a México, un partido abierto, innovador, digital, incluyente, entusiasta, ciudadano, resuelto y progresista.


Hagamos el partido que tod@s queremos y que México reclama.